domingo, 1 de diciembre de 2024

 

AL AQSA PELIGRA

¿Cuáles son los motivos y quiénes están detrás de los planes de demoler en Jerusalén los lugares sagrados del Islam?

 

Por Charles H. Slim

Es un hecho que en occidente y en Argentina en particular, lo que sucede en Palestina es visto con un sesgo bien claro y ese es, a favor de Israel. A partir de allí veremos en los canales de aire y radios (en especial de la ciudad autónoma de Buenos Aires) que el discurso es monocorde, unipersonal y unidireccional, en donde solo hay interlocutores judíos (a favor de lo que hace Israel) y partidarios sionistas “goy” opinando sobre lo que allí sucede. Ahora bien ¿Qué tan serio puede ser esto?

Partamos de la base de un alto grado de islamofobia, cultivado y desperdigado por los medios de la elite capitalina altamente influenciada por la militancia sionista local, que apoyándose en dos atentados que -pese a lo que diga la administración de justicia- nunca fueron esclarecidos. Aprovechando el descalabro institucional de aquella época fueron (tras el involucramiento de la CIA y el Mossad en los expedientes de sendas causas) conveniente e infundadamente endilgados a Irán y por las dudas a los libaneses de Hesbolá.

A partir de allí, la discursiva arabófoba e islamófoba que no es otra cosa que un odio dirigido a lo árabe y lo islámico campa impune en los comentarios y discursos de algunos periodistas de medios del país.

A la postre de esto, durante los últimos años y desde el gobierno de Mauricio Macri se han impulsado proyectos legislativos que nada tienen que ver con los intereses nacionales y por el contrario están signados a otros intereses geopolíticos. Uno de ellos es el instituto del juicio en ausencia que el actual gobierno “libertario” trata de hacer pasar por el congreso a fin de concretar uno de los anhelos de Tel Aviv que se materializarían, mostrando a Irán -pese a lo desmentido por el Mossad- como el autor de los ataques terroristas de 1992 y 1994.

A la par, desde el 2001 los musulmanes han debido soportar la estigmatización, la persecución y la violación de sus derechos a nivel global bajo el marco de la farsa montada por Washington de la “lucha contra el terrorismo” y todas las secuelas que la acompañaron producto de sus creaciones (ISIS, Al Nusra, Tahrir Al Sham y otra docena de grupos terroristas). Obviamente, Israel se aprovecho de todo esto y para tapar su política de Apartheid[1] ha tratado de transpolar estos bulos para desacreditar a la resistencia palestina.

El 11 de septiembre se celebró una cumbre islámica en Ryad y que obviamente aquí -y por los motivos señalados- paso desapercibida. Quizá no lo fue tan solo por ser “islámica” sino, por el tema que la convoco que se refirió a la sobrevivencia del pueblo palestino y del sagrado templo de “Al Aqsa”. Señalemos también que muchos de estos mandatarios, están secretamente comprometidos con Israel con lo cual les resta credibilidad a sus posiciones. Aunque los medios del hemisferio no lo digan, el pueblo palestino y sus símbolos culturales como “Al Aqsa” están a merced de un estado que el único sustento que tiene es el de la impresión de la fuerza y la impunidad política para hacerlo que le proporciona una potencia en decadencia como EEUU.

La mezquita “Al Aqsa”[2] forma parte del complejo llamado “Explanada de las mezquitas” y es uno de los santuarios islámicos más importantes para la comunidad de musulmanes de todo el mundo. Su ubicación en Jerusalén (ciudad internacional)[3] se ha convertido desde la instauración del estado de Israel en 1948 en un obstáculo para el mesianismo judío y objeto de continuos atentados y profanaciones contra su integridad e incluso de un plan para su destrucción total para levantar en su lugar un templo judío (Tercer Templo) que forma parte de la escatología mesiánica y extremista del judaísmo ultraortodoxo que hoy gobierna en Tel Aviv.

Justamente, el nombre que la resistencia palestina le dio a la operación del 7 de octubre del 2023 “Inundación Al Aqsa” se apoyó en reivindicar y poner ante la atención del mundo las continuas agresiones y profanaciones que los colonos importados y los cuerpos armados del ministro extremista Itamar Ben Gvir llevan a cabo contra la mezquita de “Al Aqsa”. En este tema no hay divisiones entre los musulmanes de las diferentes corrientes.

Al parecer los planes para concretar esta destrucción están muy propicios con el próximo cambio de administración en Washington. Es sabido que Donald Trump además de amigo de Netanyahu (y en la misma sintonía de Javier Milei), es un desenfadado militante sionista y un comprobado islamófobo con lo cual las expectativas de que algo bueno pueda ocurrir con los palestinos y sus propiedades están bien oscuras. 

Y es que la próxima llegada de Trump a La Casa Blanca podría ser la carta blanca para que los sionistas revisionistas de Netanyahu, Smotrich y Ben Gvir (los mismos que cooperan con Zelensky en Ucrania) cumplan con su amenaza de volar el tempo sagrado para el Islam y levanten en su lugar el “tercer templo”.

Aunque más vale tarde que nunca, los mandatarios de los países árabes-islámicos dejaron de lado sus diferencias (como Turquía, Irán y Arabia Saudita) para tratar de hallar una formula común a fin de afrontar esta amenaza que es un plan que los sionistas vienen tratando de ejecutar desde hace décadas. Sin dudas que es mucho más importante antes de mostrar preocupación por un templo de piedra, delinear una política coherente y persistente para ayudar a los palestinos quienes por toda clase de medios (incluida la hambruna inducida y la indiferencia de Abbas) están siendo sometidos una limpieza genocida, especialmente en toda la franja de Gaza.

Esto que debió ser atendido mucho tiempo atrás hoy reafirmamos lo que hemos dicho antes, hablando de una necesidad de la unión entre los musulmanes de todo el mundo para protegerse (https://pensamientoestraegico.blogspot.com/2024/10/hacia-una-union-islamica-global-por-que.html ) y al mismo tiempo proteger a los palestinos en sus derechos y legados culturales como lo es “Al Aqsa”. 



[1] Por medio del cual la elite sionista israelí askenazi trata entre otros objetivos, controlar la natalidad de los palestinos e incluso, limitar el crecimiento y acceso al desarrollo de los judíos-árabes, considerados como ciudadanos de segunda en una clara demostración del racismo traído de sus raíces europeas.

[3] Situación jurídica establecida por Naciones Unidas: https://unispal.un.org/pdfs/StatusJerusalem_1981studyS.pdf

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