viernes, 7 de noviembre de 2025

 

CUMBRE DE CRAPULAS EN BUENOS AIRES

¿Quiénes y por qué se juntaron algunos ex mandatarios en la capital argentina?

 

Por Charles H. Slim

Tras la curiosa victoria electoral del gobierno de los Milei, el ánimo de los anglófilos y sionistas locales ha repuntado de forma notable. Periodistas que acostumbran adornarse con banderitas para demostrar públicamente su lealtad, descollan de algarabía Con ello también se han multiplicado la llegada de pájaros (en su mayoría de mal agüero) desde otras latitudes con la expectativa de anidar ante las favorables condiciones financieras que el gobierno filosionista pretende perpetuar.

Parece que los argentinos no tienen mucha memoria o quizás, si la tengan, pero empañada. En alguna medida no se les puede pedir otra cosa ya que, entre el pasado del peronismo populista “K” y este nuevo engendro seudo-libertario que hoy les gobierna es como estar arrinconado contra la pared ¿Qué elegir, lo malo o lo horrible?

Justamente en el lujoso hotel Faena Art Center de Puerto Madero, Mauricio Macri por intermedio de Dante Sica y en el marco del foro ABECEB organizo un encuentro de CEO´ s y políticos, algunos de ellos vinculados a la rancia derecha atlantista (del partido de la guerra) quienes analizaron las oportunidades que se le presenta a la Argentina en el actual contexto geopolítico en el que se halla alineada que no es otro que, el de un mero peón de Washington en la región. De esta manera Macri recibió a José María Aznar, el chileno Eduardo Frei Ruiz y el mexicano Felipe Calderón, reliquias conservadoras de una época nefasta marcada por la brutal hegemonía estadounidense especialmente desplegada en Medio Oriente.

La elección de estos lamentables exponentes no es casual, ya que es bien demostrativa de una línea política que respondía a los internacionalistas (tanto republicanos como demócratas) en Washington en momentos que las guerras preventivas y la intervención bajo el argumento de defender los derechos humanos, causaban calamidades inhumanas en Iraq, Libia y luego Siria, son del agrado y comulgan con el pensamiento de los anglófilos argentinos.

Precisamente uno de estos exponentes que visita el país es el ex presidente español José María Aznar quien allá por 2002, siguiendo la charada montada por las agencias de inteligencia angloestadounidenses (urdidas con la complicidad del Likud y los neocon) sobre las supuestas armas de destrucción masiva de Saddam Hussein, involucró a su país en la invasión de 2003 y en los incontables crímenes de lesa humanidad y de guerra cometidos contra los ciudadanos iraquíes durante toda la ocupación. Pese a que se demostró las mentiras que fundaron la invasión, la destrucción del país árabe y los cientos de miles de lisiados, desaparecidos y el millón y medio de muertos, Aznar no ha querido disculparse dejando entrever la calidad de persona que representa.

Hoy se halla de visita en un país bajo un gobierno a tono con su ideología, hasta sin dudas podría creer que se halla en su propia casa. En realidad, no es el único personaje siniestro que se ha pavoneado libremente por Buenos Aires pese a el extenso historial criminal del cual es responsable. Hace un tiempo el mismo Anthony Blair (cómplice de George W. Bush en el crimen) paso por la Casa Rosada para visitar a su “amigo” Javier Milei.  

Para Mauricio Macri también es un alago recibir visitas de semejante talante. No olvidemos que si bien el actual presidente Milei expreso su entusiasta admiración por personajes como Churchill y Thatcher, Macri fue mucho más allá haciendo todo lo que estuvo a su alcance para encubrir lo que realmente ocurrió al submarino “ARA San Juan” y a sus 44 tripulantes en momentos que la flota británica y sus aliados chilenos -anclada en Malvinas- maniobraban en la zona. Sobre esto también habría que cuestionar ¿Qué hicieron los llamados miembros del “campo nacional y popular?

Con estas calidades personales y sus respectivas posiciones ideológicas, la cumbre de Macri para analizar estrategias para el cono sur sin dudas estuvo signada por y para los intereses liberales  angloestadounidenses y de la OTAN (con una base en Port Stanley, Malvinas) que tienen en miras explotar en toda la región. A primera vista se trató de un encuentro en un marco ideológicamente amistoso y políticamente afín pero, no ha sido tan así. Los conservadores amigos de Macri no coinciden con la actual geopolítica de los neocon adeptos a Trump dentro de los MAGA que apoyan a Milei y eso no es menor. La única conexión entre ambas facciones que responden al estado profundo estadounidense, es su lealtad a la agenda sionista que ya no es un secreto ni una “teoría conspiranoíca”, domina los estamentos políticos gubernamentales y financieros en EEUU.

Tan comprometidos están con esa lealtad que tanto Macri como Milei (supuestamente cristianos) antes de pisar Belén para visitar el santo sepulcro, prefieren el muro de los lamentos.

Para el gobierno actual y en especial para los hermanos Milei, los políticos de aquella época y el mismo Mauricio Macri son parte de la “casta” (aún cuando ellos mismo se apoyan en la casta más rancia de los Menem) y como tales están caducos, no sirven a los actuales intereses. Desde esta mirada Macri y sus amigos cuando menos están destinados al cesto de la basura de la historia y nada más.

La visión estratégica que Macri, Aznar, Felipe Calderón y Frei puedan plantear les va en balde al círculo ideológico que rodea al gobierno de los hermanos Milei. Javier Milei, su hermana y sus cercanos creen estar incluidos en un proyecto brutalmente superador al de los neoconservadores del estilo Robert Kagan, los Bush, Cheney, Rumsfeld, e incluso de los demócratas farsantes como son los Clinton, Obama y Biden. Milei además de la apoyatura estadounidense cuenta con el beneplácito de Netanyahu quien a cambio recibe, las puertas abiertas del país para los criminales de guerra que han cometido atrocidades indecibles contra los palestinos, grupos de exploración a la Patagonia y la vista gorda para el despliegue de los intereses israelíes disfrazados de inversiones en toda la región.

Como se puede ver, no es Macri y los dinosaurios del conservadurismo lo que preocupa. Es la visión estratégica de los Milei la que debería preocupar a los argentinos ¿Por qué? Primero, porque no contempla a los ciudadanos argentinos de a pie; segundo, responde a una geopolítica foránea y más precisamente a la de EEUU, la UE e Israel que viene llena de condicionamientos y una carga ideológica nociva y por último, porque todo ello implicará sacrificios de sangre en favor de aquellos.

 

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