“ILEGALIDAD
INTERNACIONAL”
Hasta dónde
puede sostenerse una situación de arbitrariedad e ilegalidad como la que se
vive en Palestina
Por Javier B. Dal
Hadan Shelby asesinada por Israel |
Cuánto puede durar un sistema legal y jurídico si en
el existen odiosas y tácitas excepciones a su acatamiento? Esta cuestión viene
a cuento de lo que se viene viendo con la continuada y sistemática violación
por parte del estado de Israel de los preceptos de la Carta de Naciones Unidas
y la legislación internacional humanitaria toda. Ninguna muerte es justificable
y menos aún el saqueo de lo ajeno al amparo de supuestas prerrogativas divinas.
Actualmente a nadie le quedan dudas de esto y hoy la corporación de medios y
los lobbies que los sustentan, se hace muy difícil argumentar a favor de Tel
Aviv no pudiendo frenar las crecientes críticas que arrecian por los crímenes
que además de graves no son pocos. Ello es una cuestión caustica para los
principales involucrados en tolerar estas conductas ilegales lo que demuestra
una falta total de imparcialidad y respeto por la misma letra de la ley a la
que debieran hacer cumplir.
Se sabe muy bien de las influencias que ejerce Tel
Aviv por intermedio de sus Lobbies y asociaciones en occidente (particularmente
de EEUU y Europa), que se basan en una retórica victimizante que –con la colaboración de las Corporaciones de
Medios- va acompañada por la presión irresistible del poder económico y
financiero que estos sectores despliegan alrededor del mundo. Y también vemos a
diario que quienes no se someten a estas artimañas son simplemente eliminados.
Los palestinos son sin lugar a dudas la principal prueba de ello.
Pero ¿Cómo puede combatirse esta especie de
corrupción transnacional que horada la credibilidad de gobiernos y de las
instituciones internacionales? Al
parecer la respuesta es tan simple como compleja. Simple por “quiénes” pueden
frenar esto y la “forma” de hacerlo a su vez deviene en algo muy complejo de
articular.
Sobre la cuestión de quiénes, los únicos que tienen
el poder de frenar esto son los mismos ciudadanos del mundo quienes al ser
testigos de estos crímenes e incluso advirtiendo los embustes que los medios
utilizan para cubrirlos, los ponen de manifiesto y no se dejan envolver en las
falsas empatías que las costosas propagandas pro-israelíes, elaboradas y
desplegadas en todo el mundo, tratan de crear para amortiguar aquellas
bestialidades. En este sentido el
activismo independiente de miles de ciudadanos conscientes alrededor del mundo
ha posibilitado que medidas de boicot a productos israelíes elaborados por
palestinos sojuzgados por la ocupación, se vean materializadas en iniciativas de
acción civil como el BDS (Boycott Divesment and Sanctions)[1] que
causan verdaderos dolores de cabeza a los empresarios israelíes y a sus socios
alrededor del mundo.
bombas israelies en medio de Gaza |
Cuando vemos lo que a diario sucede en Palestina,
advertimos que no hay noticias de primera plana que reflejen las brutalidades
que de continuo sufren los pobladores árabes palestinos a manos de un estado
invasor que viene tragándose sus territorios al amparo de una apática mirada
internacional. Hechos tan abominables como son las violentas irrupciones en los
hogares palestinos, los bombardeos aéreos indiscriminados o las torturas
(físicas y psicológicas), las ejecuciones a sangre fría de mujeres y niños por
efectivos del ejército israelí o la temible “Shin Bet”, pasan desapercibidos
para las plumas intelectuales occidentales dejando a la vista el claro sesgo
despectivo y un implícito racismo, que existe en este lado del mundo por la
vida de los semitas palestinos.
Esto es producto de la “influencia” que por
intermedio de periodistas, intelectuales, asociaciones, fundaciones y ONG,
ejercen los intereses sionistas que a su vez, sirven de nexos externos para la
extensión de las políticas de Tel Aviv. Adunados a ellos, no hay que dejar de
lado el activismo neosionista de iglesias evangelistas que mediante enseñanzas con
rasgos supremacistas de una teología política advertidamente venenosa, cada día
reclutan más y más católicos descontentos y que tienen amplia penetración en países
como Chile y Argentina (en donde tienen una creciente influencia en la
política) teniendo como doctrina fundamental en su proselitismo, el sionismo
religioso. Con esto vemos como intensionalmente se ha desviado el conflicto
israelo-palestino en una cuestión meramente religiosa, alegando que los
“musulmanes son malos y odian a los judíos”, algo tan falso como
malintensionado, que ha sido fabricado al amparo de las guerras en las que
aquellos sectores oscuros ponen su cuota de participación.
Cuando Israel causa una masacre o se apodera de
territorios ajenos para construir asentamientos, sus representantes en el
exterior tienen la misión de salir rápidamente al cruce en cada capital de los
países del hemisferio occidental para justificar políticamente esos hechos,
aunque se hace muy difícil de explicar cómo aviones “F-16” lancen sus bombas y
misiles sobre edificios en Beirut (como en 2006), sobre Damasco como siguen
haciendo actualmente o sobre los barrios
paupérrimos de Gaza. Usar a la “Shoa” como el continuado argumento intimidante
para no aceptar críticas a este tipo de hechos, achacando a quienes se atrevan
de tildarlos de “antsemitas” ya no tiene la misma aceptación que supo tener
incluso hasta comienzos de éste siglo. Además de que dicha acusación carece de
asidero, es francamente contradictoria dado que sus acciones terminan con la
vida de verdaderos semitas como son los palestinos. Y es aquí donde se produce
la gran escisión dentro de la comunidad judía que parte de ella, se ve sinceramente
abochornada por las criminalidades que son llevadas a cabo en su nombre.
Y bien decimos “sinceramente” ya que, hay en muchas
expresiones de esta comunidad una clara falsedad en sus supuestas constricciones
que son solo para escapar momentáneamente al señalamiento exterior.
Desde la forzada instauración de Israel como un
“estado nación”, se supuso que, como miembro de Naciones Unidas, acepto
ajustarse a las normativas e instancias que rigen el derecho internacional que
incluye al derecho internacional humanitario, al menos eso era la idea. Con el
paso de los años y por el apoyo de una superpotencia como los EEUU, el estado
judío se ha convertido en un niño malcriado o como señalaron algunos décadas
antes en la administración de Eisenhower, en un “Caballo loco” que Washington
tenía que contener aún a costa de sufrir varias patadas arteras (Caso del “USS Liberty”,
el “USS Cole” y los nada claros sucesos del 11 de septiembre de 2001[2]).
La supervivencia de este “Status Quo” se ha basado
en el engaño, la perfidia y la fuerza y
en él han colaborado las diferentes administraciones estadounidenses llevando a
que se produzcan fisuras dentro del poder político norteamericano, generando
sectores del poder dentro del poder que han terminado filtrando los más altos
estamentos políticos en Washington. Igualmente, como lo dijo un reconocido
sionista, caracterizado por ser realista como sin dudas lo es Henry Kissinger,
advirtió que continuar esa dinámica “en veinte años Israel será un estado
inviable”.
[1]
Campaña de alcance global que nace en 2005 que denuncia las políticas ilegales
de Israel similares al Apartheid de Sudáfrica.
[2] “60 israelies on Tourist
Visas Detained Since Sept. 11”https://www.washingtonpost.com/ac2/wp-dyn/?contentId=A3879-2001Nov22&node=&pagename=article