VETERANOS DE AYER
“ARABIA NUCLEAR”
Cómo de la noche a la mañana y violando la ley internacional, Washington autoriza a Riad la compra clandestina de una bomba nuclear
Por
Charles H. Slim
Luego de años de embustes y parafarnalias mediáticas contra las legitimas
aspiraciones de Irán por obtener el desarrollo de tecnología nuclear
supuestamente para fines bélicos radiadas desde occidente y respaldadas por
todos los medios desde Tel Aviv, hoy
contra toda la legislación internacional sobre la No proliferación d Armas de
Destrucción Masiva y en especial contra las disposiciones de la OIEA referidas
a la limitación de los arsenales nucleares existentes en el Medio Oriente, se
ha conocido que Arabia Saudita ha logrado adquirir una bomba atómica
presumiblemente desde Pakistán aunque, otros señalan que la misma podría haber
provenido de los arsenales israelíes en Bershevá.
Sin
dudas, se trata de una situación que deja pesimamente parados tanto a
Washington como a Tel Aviv, quienes durante los últimos seis años estuvieron
rasgándose las vestiduras hablando de los “peligros de la proliferación nuclear
en la región” y de las intensiones de la república Islámica de Irán, por iniciar una carrera armamentística de
carácter nuclear. (Red Voltaire.org. “El Medio Oriente está nuclearizado”. http://www.voltairenet.org/article190630.html )
Pero
a pesar de la masiva campaña mediática por tratar de manchar a Irán por sus
supuestas ambiciones de una carrera armamentística con aspiraciones nucleares y
de sus “malignas intensiones para con el mundo”, toda esa discursiva propagandística
se vino abajo al conocerse que el socio de Tel Aviv, Riad, se hubo hecho con un
artefacto nuclear que habría sido adquirido
en un país islámico o del mismo Israel.
La
concreción de esta adquisición no solo pone de manifiesto la relación contra
natura existente entre Riad y Tel Aviv sino también, la confirmación de que
Israel está planeando algo muy peligroso y sucio, usando al régimen más
archicorrupto del golfo. Las máscaras se han caído hace tiempo; para mayor
precisión, fue con el inicio de las operaciones militares contra Yemen en Marzo
del 2015, que se pudo ver con claridad como los aviones israelíes, sus bombas
termobaricas e incluso pequeños dispositivos nucleares eran utilizados contra
la población del Yemen. Y pese a que los medios mantuvieron y mantienen un
hermético silencio de lo que allí ocurre, las fuentes independientes no han
dudado en dejar traslucir como los dedos israelíes y sus colegas
estadounidenses, tratan de balancear el tanteador, apoyando cuanto pueden a los
ineptos saudíes que al momento llevan perdidos unos cientos de vehículos militares, muchos de ellos blindados
de fabricación estadounidense.
La
adquisición de ésta arma nuclear, es el salto cualitativamente peligroso a una
nueva estrategia de Tel Aviv y Washington que brega por balancear la creciente
influencia política de Teherán en la región que, dicho sea de paso, ha sido
propiciada por las políticas intervencionistas de los “Halcones del Pentágono y
la Casa Blanca” y respaldada desde hace ya más de una década, por los facciones
sionistas pro-israelíes que, fuertes influencias en el Congreso, solventan las
campañas de los diferentes candidatos a la Casa Blanca que se comprometan a
mantener el apoyo irrestricto e incondicional del estado de Israel.
Wesley Clark |
Para
algunos analistas, Tel Aviv está usando a Arabia Saudita y los países de CCG
como un para choque contra el crecimiento de la ideología militante fincada en
la resistencia islámica que hoy se halla encabezada por el chiismo iraní y que
tiene su exponente árabe más destacado en el “Hesbolla” libanés quien a su vez,
apoya en su lucha contra la ocupación israelí al “Hamas” palestino de origen sunita. De este modo, los
cerebros que habían creado toda la planificación que involucró la farsa
mediática de la “Primavera árabe” y la aparición del “ISIS”, no habría podido
determinar efectos colaterales –como el crecimiento de las fuerzas chiitas- al
extenderse en el tiempo, sus fallidos intentos por apoderase de la lista de
países que el general Wesley Clark denunció públicamente allá por el 2007 ( PLANETAGEA. https://planetagea.wordpress.com/2012/06/27/general-clark-en-2007-eeuu-tiene-plan-desde-septiembre-2001-para-invadir-o-controlar-irak-libia-siria-libano-somalia-sudan-e-iran-adrian-salbuchi-la-elite-quiere-importar-la-primavera-arab/)
Tal
como lo ha señalado el periodistas e investigador francés Therry Meyssan, las estrechas relaciones entre Israel y
Arabia Saudita pueden verse en la actuación conjunta en los intentos de erigir
en Yemen, un gobierno adicto a la monarquía Hachemita la cual a su vez, gasta
millones de dólares al mes para sustentar una fuerza de combate que agrupa
entre otros, a tropas sudanesas, egipcias, emiratos árabes y empresas
mercenarias estadounidenses entre otras.
En la coordinación de estos esfuerzos militares por destruir a las
fuerzas nacionales yemenitas, se hallan los israelíes, principales interesados
en destruir la influencia de los chiitas
de la tribu “Hutie” que –como sería obvio y lógico- tiene cercana
filiación ideológica con Teherán.
Pero
los esfuerzos convencionales han resultado caros y contraproducentes. La
llamada Tempestad Decisiva, denominación
que Riad le ha dado a su operación militar contra el Yemen, ha resultado para Riad una cadena de
infortunios y dolores de cabeza, tanto para sus generales quienes a su vez,
siguen los asesoramientos y las asistencias técnicas de militares del Pentágono y de Israel. A
pesar de que y según lo planificado, la operación debía ser rápida y
contundente, los intentos sauditas y de sus socios entran en el primer año sin
haber logrado doblegar a los grupos yemenitas que defienden el país. Es más, pese a que se intentó usar las mismas
tácticas de terror con la infiltración de elementos de la franquicia “ISIS” y
el reforzamiento de las relaciones con las células de “Al Qaeda”, los yemenitas
no han sido un hueso fácil. En algunas ocasiones, estos grupos seudo
yihadistas, intentaron hacer de las suyas pero quedaron entrampados en
escaramuzas que siempre han perdido y de las cuales, los guerrilleros del
“Ansar Alah” (Espada de Dios) han descubierto que bajo las mascaras de muchos
de éstos supuestos mujahedines árabes habían hombres blancos caucásicos,
quienes seguramente, serían de alguna
empresa de seguridad estadounidense o europea.
Es
por aquellas improntas que no hay coberturas informativas en Yemen. Es que
¿podría usted imaginarse a un cronista de la CNN, de la FOX o NBC reportando a
combatientes Hutie con un cuadro de “mercenarios estadounidenses” muertos
tendidos en el suelo disfrazados como las “tortugas ninja” de ISIS? Semejante
crónica, es imposible de ver en algún medio anglosajón y menos aún, en las
repetidoras regionales de Latinoamérica.
Sin
dudas, con un escenario altamente complejo en Yemen, con un claro fracaso de
las aspiraciones de Washington contra el presidente Bashar Al Assad en
Siria, las imprevisibles consecuencias
en un Iraq que no quiere ver un solo soldados estadounidense paseándose por su
tierra y el incremento paulatino de la
influencia política y militar iraní en la región, llevaron a la Casa Blanca a
ir más allá de la línea roja , permitiéndole a la Casa Real Saud, comprar un
artefacto nuclear presuntamente a Pakistán, lo que de por sí significa la
violación flagrante al Tratado de No Proliferación Nuclear con la finalidad
última –y compartida por Tel Aviv-, de desplazar a Irán como el poder
hegemónico político-militar de la región.
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