“GEOPOLITICA
ESPECULAR”
La visita de
Alberto Fernández a Jerusalem ha despertado comentarios en favor y en contra ¿Se
profundizara la injerencia de Tel Aviv en Argentina?
Por Charles H. Slim
Durante años, para no decir casi toda su existencia,
la Argentina ha dependido de lo que viene de Europa y más tarde de los EEUU sin
atender a otros horizontes. Hacer ahora una revisión de sus políticas de estado
sobre esta relación simbiótica y poco productiva para la Argentina no tendría
más utilidad que la de comprobar qué tanto ha perjudicado este posicionamiento al
común de su población.
Contemporáneamente, los gobiernos de Buenos Aires,
especialmente desde Carlos Menem en la década de los noventas, se han alineado sin
amilanarse a las posiciones geopolíticas de Washington y de Tel Aviv. En
realidad ello no es algo novedoso pero ha sido con el pasado gobierno de
Mauricio Macri que Israel ha ampliado su presencia en la política local
pasadando a tener una inocultable y directa injerencia en los asuntos internos
y externos del país.
Puede criticarse o estarse a favor de este punto de
vista pero sea como sea, se trata de un posicionamiento geopolítico claro. Pero en el caso de Argentina más que hablar de
posicionamiento basado en cercanías ideológicas y de intereses comunes que
ambas naciones puedan compartir, se trata de un “matrimonio por conveniencia”
basado en una especie de chantaje culposo que uno materializa sobre el otro. Precisamente
los atentados en Buenos Aires contra la embajada de Israel en 1992 y la AMIA en
1994 y la muerte del fiscal Nisman en 2015 han servido como excusas para esta
continua intromisión.
El gobierno de CAMBIEMOS construido en torno a un
núcleo de elementos sionistas agrupados en el PRO, con estrechas vinculaciones
con organismos políticos de la comunidad judía local, pudo tirar esos cables de
conexión que acercaron mucho más las relaciones políticas con el estado de
Israel. A su vez, estos han sido los precursores intelectuales de la
geopolítica israelí en la región y también los continuos operadores para buscar
a como de lugar –y sin la existencia de
pruebas- la culpabilidad de Irán en los atentados.
Incluso han ido más lejos al tratar en más de una
ocasión y aprovechando la influencia con la que cuentan en los medios,
orquestar nuevos embustes mediáticos como fueron la acusación de terrorismo –por su origen árabe y forma de pensar- a
los hermanos Salomon y ni hablemos de aquel extraño –y jamás explicado- ingreso de dos supuestos ciudadanos iraníes con
pasaportes de agentes israelíes que dicho sea de paso, no eran de ciudadanos
comunes ¿Acaso alguien sabe que paso con
éstos personajes?
Pero como es de costumbre para cubrir todo esto, Tel
Aviv y el sionismo local trata de cubrirse usando la “Shoa” (una catástrofe
humanitaria histórica) como condicionante para no recibir críticas ni
observaciones a las contemporáneas políticas del estado de Israel. La culpa y
la conveniencia son quizá los más importantes factores que el sionismo manipula
y utiliza para lograr esta posición.
La penetración en las áreas de inteligencia y la
defensa son solo uno de los factores que inciden en esto, aunque no hay dejar
de lado que han sido los mismos gobiernos argentinos los que han propiciado el
descalabro de sus instituciones y organismos para que esto se facilite.
Otro dato para tener en cuenta es la gran demanda de
argentinos que –tratando de huir de la
decrepita economía- buscan radicarse en Israel ofreciéndose como candidatos para vivir en los asentamientos
israelíes que han sido levantados a costa de la usurpación y ocupación de los
territorios palestinos. Es en este marco que actual presidente Alberto
Fernández va a Jerusalem recibiendo los elogios de la DAIA.
niños palestinos detenidos por Israel |
A la par de esto, en Argentina ha ido creciendo un
sector de individuos que consciente de lo que implica alinearse con un estado colonialista
como Israel (cercano a Londres), ha comenzado a ser más claro en sus posiciones
y aquellas otroras épocas de silencios hipócritas de la Casa Rosada y también
del ámbito académico intelectual ante los crímenes que el estado judío llevaba
adelante contra la población de Palestina, han cambiado y han pasado a ser
motivos de un profundo repudio y estudio para muchos argentinos, sin importar
su credo o religión.
La situación en la que se mantiene el estado de
Israel y las acciones segregacionistas del gobierno sionista contra la
población nativa árabe-palestina, más allá de que por mucho tiempo han sido
ocultadas o deformadas al público, son además de verdaderos actos antisemitas, un
escándalo humanitario que hoy por hoy y ante las irrefutables evidencias, abochornan
a un buen sector del judaísmo global. El plan de colonización israelí es amplio
y es independiente del partido que transitoriamente ocupe el poder en Tel Aviv
y en ese sentido Netanyahu es solo un político más que lleva adelante los
planes mesiánicos de instalar el “Gran Israel”.
Se trata de un plan de estado. Para ello han
trascendido al simple uso de la violencia militar, desarrollando complejos
planes de control y eliminación basados en altos conocimientos de la medicina,
la ciencia y la tecnología puestos al servicio de programas que abogan por reducir
la natalidad de las mujeres palestinas y
la supresión de la voluntad del habitante palestino.
La implementación de estos planes han ido desde el
ejercicio de la violencia estatal explicita, pasando por el diseño de una
guerra demográfica mediante la inserción de colonos armados –los cuales están siendo un problema para Tel
Aviv-, la usurpación y el zaqueo del patrimonio cultural, los asesinatos
por “precio” que ejecutan los colonos, las arbitrarias detenciones
administrativas, las torturas y las experimentaciones sobre los prisioneros
hasta la destrucción del sistema administrativo de la ANP que en realidad,
desde la muerte de Yasser Arafat poco representa a los palestinos. Un ejemplo
de esto último puede verse con el ministerio de educación de Netanyahu
pretendiendo “judeizar” la educación de los palestinos destruyendo sus escuelas
primarias como forma de absorberlas e insertarlas (con programas de educación
racistas y supremacistas) al sistema dirigido por Israel.
Un edificio en el centro de Gaza es destruido por el bombardeo israelí |
La lista de crímenes de guerra y lesa humanidad es
extensa y nada auspiciosa para que la Argentina que dice defender los derechos
humanos, siga sosteniendo relaciones con un estado que los viola en todo tipo
de formas.
Incluso hoy por hoy, ya se ha abierto una puerta
para que la población palestina pueda hacer conocer ante las instancias
judiciales de la Corte Penal Internacional (CPI) las incontables brutalidades y
los más deleznables crímenes que la población palestina ha estado soportando de
forma colectiva como individual a manos del estado de Israel y de sus colonos.
Esto ha desatado un debate interno en la comunidad
entre quienes están enfurecidos por estas nuevas perspectivas y quienes se
desligan de aquellas cuestiones. Ante esto el arco intelectual sionista que
reverbera a travez de los medios corporativos nacionales trata de constante por
deformar la realidad geopolítica del Oriente Medio, sosteniendo el victimismo
insufrible que les caracteriza, mezclando cuestiones y aludiendo al peligro del “expansionismo iraní”
como velada excusa para propulsar las acusaciones sobre los atentados.
Mucho menos quieren hablar de la situación que viven
los palestinos a manos de las FDI y sus brutales agencias de inteligencia “Shin
Bet” y las “Shabak”. Y el descaro no termina allí. Muchos periodistas junto a
ciertos economistas se atreven a plantear como modelo de economía y sociedad exitosa
a la de Israel sin aclarar, que logro salir de su hiperinflación gracias a las
millonarias contribuciones anuales que recibe de EEUU, a la fabricación y venta
de armamento que desde siempre ensaya sobre los palestinos y el negocio sucio
de las guerras regionales en las que, sin dudas, se haya directamente implicado
(Siria y Yemen). Sobre esto último hay que remarcar que mientras Fernández se
halle de visita en Jerusalem, las topadoras israelíes estarán demoliendo casas
palestinas en Cizjordania y el lado árabe de Jerusalem, se estarán torturando con
toda clase de métodos a prisoneros en las cárceles israelíes y las familias
palestinas de Gaza sometidas a brutales bombardeos en la última semana estarán enterrando
a sus muertos. La obsecuencia puede entenderse de mandatrios filosionistas como
Bolsonaro o Piñera pero de ¿Alberto Fernández?
Suenan tan antisonantes como contradictorios, cuando
algunos de estos sionistas informativos condenan con vehemencia a Venezuela y
hacen del golpe de estado en Bolivia una cuestión “republicana”
indiscutible.
Curiosamente, la
participación de Tel Aviv en este último episodio ha sido bastante sospechada
dado que, Evo Morales fue un mandatario valiente y critico ante las
brutalidades de Israel contra la población Gaza, llevando a tomar como medida la
expulsión de toda la representación israelí la cual, tras el golpe, casualmente
ha regresado a la Paz.
Los argentinos tienen el poder de optar entre tratar
de reconstruir una entidad soberana alejada de intereses foráneos que buscan
usar a la Argentina como una reserva para cubrirse de sus negociados y crímenes
que cometen en otras latitudes o, aceptar que solo serán un colectivo sin
identidad, servil a una estructura que adhiere y es leal a esos oscuros intereses.
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