domingo, 3 de marzo de 2019


EN DEBATE



“SIN ESTRATEGIA A LA VISTA”

Tras el discurso de apertura de las sesiones legislativas del presidente Mauricio Macri ante la cámara de representantes quedo un claro sabor a nada que también parece reflejarse sobre una  tambaleante agenda exterior



Pepe Beru
Hace tiempo se viene advirtiendo la falta de una visión estratégica de los gobiernos argentinos, especialmente en los últimos 25 años hasta esta parte. Macri no parece ser la excepción aunque si hay señalar que al menos, es coherente con su ideología y se alinea sin tapujos con los países que tienen una clara agenda geopolítica unilateral para el mundo.

Cuando el viernes 1° de marzo inauguró las sesiones ordinarias del Congreso, los argentinos solo esperaban alguna buena nueva para su angustiosa y cada vez más precaria situación económica, pero nada más. 
Como siempre, hay una premura por los asuntos inmediatos y contingentes como son el bolsillo propio y las ventajas que pueden obtener de prebendas electoralistas que pueda darles el candidato de oportunidad. Este mismo pueblo parece haber perdido el discernimiento, cualquier ánimo de lucha y solo espera las dádivas de quien en las próximas elecciones se encarame –como sea- en la cumbre del poder. Todo ello y al mismo tiempo que su gobierno, obsecuente colaborador de la agenda exterior de Washington,  que creyendo que obtendrá beneficios para su país, mete las manos en situaciones calientes que traerán consecuencias a mediano plazo. Al parecer los políticos argentos no han aprendido lo que sucedió en la era de Menem.

En ese sentido, las alegorías anti iraníes que reflejan un claro sentir islamofobo,  que buscan sembrar en el colectivo nacional la idea de que la República Islámica de Irán fue el autor de aquellos atentados en Buenos Aires, que sin pruebas ciertas que las avalen –siguiendo la misma argucia contra Iraq-, representan una obsecuencia maliciosa hacia la dirigencia política de la comunidad judía local (y por ende a la embajada de Israel) y a la vez una afrenta que solo tiene sustento en los argumentos fabricados por las agencias de inteligencia estadounidenses e israelíes.

Sin lugar a dudas de que este discurso, ciertamente encendido (por una claro estado de impotencia) en medio de un recinto hostil, no dejo de ser el vehículo para sostener su compromiso con los intereses de Washington y Tel Aviv tendientes a seguir con los intentos de inculpar a Irán por los atentados de 1992 y 1994, algo que, como lo hemos dicho antes, una parte de la misma comunidad judía local no se cree.

Sin dudas que cuando se conocieron los fallos por el juicio de encubrimiento del atentado de la AMIA donde se sobreseyeron a personajes como el presidente Carlos Saúl Menem y al ex dirigente de la DAIA Rubén Beraja, a muchos argentinos –incluidos a familiares de víctimas del atentado- les devino una gran decepción y renovado descreimiento por la labor de una justicia que con los últimos acontecimientos había venido revelando el estado de podredumbre en que se encuentra.

Cuando hace poco alguien dijo “algo huele horrible en Comodoro Py” (sede de la justicia federal), no solo lo decía por el nauseabundo hedor del rebalse de las cámaras sépticas del subsuelo del edificio sino también, por la insostenible y vomitiva realidad de arreglos y contubernios políticos que allí se tejen.

Y motivos no les falta a los argentinos para tener esa percepción. Con la archimanoseada causa de los atentados tratando se incrustar un conveniente culpable a gusto de los intereses geopolíticos de administraciones foráneas, hasta las arbitrarias detenciones de dos chicos musulmanes por el solo motivo de tener raíces árabes ( El caso de los hermanos Salomon), demuestra el grado de tendenciosidad y prejuicio que infecta las instituciones. 

Continuando con esto vemos como desde la opereta de Nisman (supuestamente asesinado) pasando por el hundimiento del submarino “ARA San Juan” (cubierto de un sospechoso secretismo),  los escándalos sobre aprietes y coimas que involucran a un agente del Departamento de Estado norteamericano llamado Marcelo D´Alesio (que arrastra consigo a una larga lista de periodistas del medio) y al fiscal Stornelli que investiga la causa “Cuadernos” que gracias a este desliz puede llegar a desmoronar todo lo actuado, al ver el sobreseimiento de aquellos personeros oscuros de los noventas, nadie puede creer que haya algo serio en todo esto.
Pese a lo escandaloso que aquellos casos y personas revela al conocimiento público, los habitantes argentinos siguen con su apatía y pendientes de quien puede llegar a mejorarles la cuota del día.

Para peor, ello ha servido a los propósitos electoralistas de la ex presidente CFK quien subiéndose convenientemente a este oportuno tren, y a un pedestal autogenerado, aprovecho estas inconsecuencias políticas para nutrir su gastado discurso populista. Igualmente esto es solo una máscara y nada más. No olvidemos que esta misma presidenta mantuvo un estado de letargo y ambigüedades el tema de los ataques terroristas caracterizadas por no hacer nada para esclarecer los hechos y ni hablar sobre cortar con las injerencias de las embajadas de EEUU e Israel dentro de éstas causas. 
Quedaba claro que solo era una impostación “seudo revolucionaria”, una actuación para la “gilada” –como se dice por estos lugares-  y nada más. Haberse puesto en la tarea real y comprometida de hacer valer la soberanía nacional en todos los aspectos de la vida política, hubiera implicado riesgos demasiado altos para su egoísta agenda política de saqueo personal.

La corrupción que destaco su gestión es proporcional a su mediocridad en política exterior solo basada en discursos ampulosos pero sin hechos concretos tendientes a crear una realidad política alternativa como la bolivariana en Venezuela o sí se quiere más pretensiosa, como la rusa.  Si verdaderamente hubiera pensado en posicionar a la Argentina en otro carril dentro del concierto internacional, estructurándola como una potencia emergente o al menos con intensión de proponérselo ¿Por qué no ahondo relaciones con Rusia y China? ¿Quiénes marcan los límites reales de la Casa Rosada?

En la vereda de enfrente vemos a Mauricio Macri y sus seguidores. Tras su ponencia ante el Congreso, Macri sin haber escarmentado tras el fracaso intento de golpe de estado del 23 de febrero recibió al político golpista Juan Guaidó en su residencia de Olivos lo que dejo en claro cuales el alineamiento de la Casa Rosada con el tema de Venezuela. Cuando se observa la composición política del gobierno de Cambiemos pero en particular del PRO, cualquiera cae en cuentas de que hay una clara línea ideológica que, pasando por la embajada en Buenos Aires, conduce directamente a Tel Aviv que explica con señera claridad del “por qué” muchas situaciones son muy bien calladas a la opinión pública local que, aunque costumbristamente abúlica y conformista, no debe tener jamás un profundo conocimiento.

Un caso de aquello es la incursión de grupos de israelíes que exploran la Patagonia y que ya ha dejado de ser el mito que los medios y sus periodistas a sueldo habían desdeñado con tajante incredulidad. Crease que de haber merodeando “mochileros iraníes” o con apariencia y rasgos árabes (semíticos), todos estos sectores crearían un revuelo mediático ensordecedor, alertando a la opinión pública de un peligro inminente y pondrían todos sus esfuerzos por determinar cuáles son sus propósitos. En fin, para quienes creían que verían algún cambio en la ruta estratégica de este gobierno, relájense, nada ha cambiado y todo seguirá igual.

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