CHUPANDO LA CAUSA PALESTINA

¿Por qué la flotilla de famosos a Gaza encabezada por Greta Thunberg podría ser una parte de una estratagema sionista?

 

Por Charles H. Slim 

Por estos días y bajo un total mutismo en los medios del hemisferio y en especial los argentinos (especialmente los de CABA), un buque civil con una tripulación de voluntarios europeos y entre ellos figuras famosas que apoyan la causa palestina, tratan de dirigirse a las costas de la franja de Gaza que en realidad se halla bajo un cerco naval impenetrable que desde hace meses trata de presionar a la población palestina para que abandone sus hogares.

Hasta el momento, las balas, las bombas y las trapisondas sucias de las FDI han asesinado a civiles inocentes demostrando una saña muy clara para con los niños y las mujeres palestinas. Ese comportamiento horrendo ya ha quedado más que evidenciado y es por ello que la ingeniería social al servicio de la inteligencia israelí busca nuevos métodos para tratar de maquillar estas abominaciones que comete Israel.

Como ya bien sabemos, el sionismo -dotado de gran cantidad de recursos- es hábil en crear apariencias y grandes engaños que no importa si son descubiertos siempre que cumplan con su propósito. En su despiadada campaña de limpieza étnica sobre la franja pese a la superioridad y la gran ayuda de Washington las pérdidas humanas y materiales de sus FDI son cada día más pesadas y difíciles de justificar ante una población israelí cada vez más reacia a continuar los juegos mesiánicos de los extremistas talmúdicos.

Sumado a ello, los familiares de los rehenes que ya han muerto por el propio fuego israelí y de los que aún están con la esperanza de que regresen, han puesto en jaque a Netanyahu y establecimiento de judíos mesiánicos.

Aquí también sus engaños ya no engañan a la resistencia. Precisamente Hamas publico varios videos donde pone al descubierto uno de los trucos que Israel ha usado muchas veces en el paso. En algunos de estos videos expone como la inteligencia militar israelí infiltra grupos de hombres con ropa civil y simulando ser árabes (aunque es posible que algunos sean beduinos), con máscaras y usando armas que usualmente manejan las agrupaciones de la resistencia, quienes tras asesinar a varios civiles con la intención de crear animadversión contra la resistencia, fueron cazados con trampas bomba y emboscadas.

Pero los engaños más elaborados son los que está tratando de colar en el campo de las relaciones públicas mediante iniciativas como las manifestaciones de la flotilla que trata de llegar a Gaza. Y es que pese a que las caras famosas como Greta Thunberg y varios actores británicos entre la tripulación, ello no deja de ser una impostura o mejor dicho, un montaje colorido para figurar mientras el problema real, el genocidio y la siniestra finalidad que persigue no es atacado de raíz.

Incluso ellos mismos, con las mejores intenciones no se den cuenta que están políticamente utilizados por el liberalismo internacionalista angloestadounidense, socio del sionismo. La entusiasta cobertura de medios alineados a estos sectores del poder global como son CNN y los británicos de “The Guardian” y la BBC le suma un olor apestoso al humo de este engaño.

No hay duda que la manifestación es encomiable, pero se sabe que no resuelve el fondo de la cuestión.

A simple vista, la iniciativa de la flotilla de la libertad puede verse como loable e incluso arriesgada ante la inescrupulosa y criminal actitud de los sionistas que en el pasado no ha dudado en asesinar a quienes molestan, incluso a los propios. La lista de asesinatos de activistas, trabajadores humanitarios y periodistas es extensa y lo peor de todo, impune ¿Recuerdan el ataque israelí a la flotilla de la libertad del 2010?  En esa ocasión el 31 de mayo de 2010 comandos israelíes -creyendo que no habría registro de los hechos- abordaron a fuego limpio a las embarcaciones matando a 9 tripulantes e hiriendo a una treintena. El ataque a una embarcación civil con tripulantes desarmados es un crimen de guerra y los comandantes de las FDI en aquel momento fueron los responsables materiales de dicho crimen. Pese a que Tel Aviv trato de hacerse el desentendido e incluso negar su responsabilidad, las cámaras instaladas en los buques que estaba conectadas al internet lo captaron todo y lo trasmitieron en tiempo real a todo el mundo.

Aquello dese mascaró la pérfida y extendida postura de victima con la cual Israel y sus partidarios hacían gala cada vez que tratan de excusarse de sus crímenes. Tan problemático resulto esta puesta en evidencia que se produjeron grandes problemas internos entre el gobierno y sus agencias dedicadas a tratar de tejer relaciones públicas con el exterior.

Hoy los israelíes han refinado sus métodos de ataque y asesinato. Se sabe que además de contar con la colaboración de las autoridades europeas, Tel Aviv mantiene un seguimiento constante y en tiempo real de la flotilla mediante drones que en cualquier momento podría lanzarlos sobre los activistas. Si ello sucediera y mataran a alguno de estos famosos tripulantes, el asunto no pasaría de la indignación que duraría unos días y entonces el resto que sobrevivió se preguntará ¿Y ahora qué sucederá con estos criminales?

Es por eso que la iniciativa de la flotilla puede verse muy llamativa e incluso loable, pero no va al meollo del asunto. No va a una lucha por concientización social-educativa en todos los niveles de la educación global, o a la persecución judicial de los estamentos políticos y militares israelíes con todos los obstáculos y peligros que ello conlleva (incluida la muerte) dada la impresionante y poderosa influencia que ejerce Tel Aviv por intermedio de sus lobbies sionistas a nivel global.